Lo cierto es que, en los cinco años que lleva compartiendo su vida con el huracán latino, el cantante mexicano -Gerardo Bazúa- que conoció a Paulina Rubio mientras ella ejercía de coachen el concurso de talentos en que él participaba- ha aprendido a ignorar las especulaciones que periódicamente surgen en torno a su vida privada, en parte debido a lo reacios que se han mostrado siempre a dar detalles de la misma en público. En consecuencia, cuando le han abordado para preguntarle acerca de Paulina y por qué él no la ha acompañado a Rusia, él se limita a sonreír y a explicar que se encuentra ultimando los preparativos de su próximo disco.
“Estoy enamorado del amor“, aseguraba en declaraciones al programa ‘Ventaneando’ cuando le interrogaron acerca del estado actual de su corazón. “La verdad es que ya no hablamos de eso; tenemos mucho tiempo ya que nos inventan cosas. Estamos muy tranquilos y guardando nuestro espacio“.
Ni siquiera la mención de las instantáneas de la intérprete junto a otro hombre consiguen que se salga de ese discurso tan bien construido en el que, por otra parte, no llega a confirmar ni desmentir en ningún momento la hipotética ruptura.
“Es amigo“, afirmaba acerca del acompañante de Pau. “Yo la verdad ya me río, qué te puedo decir. Trato de clavarme en la música y los proyectos nuevos que nos traemos. No me importa, yo ya me río de muchas noticias. Aquí seguimos trabajando“.