Los niños aprenden observando y por eso es importante darles un buen ejemplo.
Todas las mamás queremos que nuestros hijos sean exitosos pero no les ofrecemos ninguna educación financiera, no los inscribimos en cursos para fomentar su creatividad y tampoco les enseñamos buenos hábitos.
Aunque algunas mamás piensan que sólo son niños y no deberían preocuparse por cosas de “grandes”, expertos en el desarrollo infantil recomiendan que desde edad temprana los pequeños comiencen a forjarse buenos hábitos que sin duda les serán de gran ayuda para toda su vida.
Estos son algunos malos hábitos que le estás enseñando a tus hijos y tú no te das cuenta:
- No les enseñas a ahorrar
- No les enseñas a fijarse objetivos
- No les enseñas a comer saludable
- No les enseñas a tener horarios para ver televisión, para estar en Internet o para jugar
- No les fomentas el hábito de la lectura
- No les enseñas a socializar
- No los enseñas a tomar decisiones
- No les enseñas a ser ordenados
- No les enseñas a ayudar en las tareas domésticas
- No les enseñas a no quedarse con alguna duda
¿Qué les puedes enseñar para corregir esos malos hábitos?
- Establece límites de televisión, redes sociales, video juegos y teléfono. Reduce el tiempo a máximo una hora al día.
- Haz que lean un libro, al menos mensual, y que escriban un resumen para revisar.
- Haz que se ejerciten durante 20 o 30 minutos al día.
- Limita el consumo de comida chatarra.
- Enséñales a establecer objetivos y a cumplirlos.
- Para aquellos que están en edad de trabajar, haz que sean voluntarios en alguna institución.
- Enséñales a ahorrar, aunque sea el 25 por ciento del dinero que hayan recibido.
- Enséñales a felicitar a familiares, amigos o profesores en fechas especiales.
- Enséñales a ser agradecidos.
- Demuéstrales que cometer errores no es malo.
Toma en cuenta que el hábito de la lectura puede impulsar el éxito de tu hijo. El hábito del ahorro puede ayudarlos a encontrar la independencia financiera, y el hábito de hacer ejercicio le dará la posibilidad de tener una vida saludable.
No es fácil seguir todas estas recomendaciones, pero si logras que tus hijos tengan buenos hábitos, estoy segura que cuando ellos estén grandes te lo agradecerán.