Es triste decirlo, pero no es la primera vez que ocurre en el país cafetero. Cali, una de las ciudades más peligrosas de Sudamérica, fue nuevamente escenario de un triste suceso para el fútbol de dicho país. El hecho ocurrió en la madrugada de este viernes en la casa del jugador del Toluca, Cristian Borja quien, a diferencia de sus dos compañeros de profesión, salió ileso.
En el confuso ataque, aún en investigación, murió el delantero de 24 años Alejandro Peñaranda, de las filas del América de Cali, pero actualmente a préstamo en el Cortuluá de la segunda división. Antes, había debutado en Atlético Nacional el 2013, para luego llegar a los “Diablos Rojos” en 2014.
“Los hechos se presentaron en la madrugada de este viernes sobre las 12.40 a.m. Ahí estaban en una fiesta varios jugadores de fútbol; hasta ese lugar llegó un hombre preguntando por una mujer y segundos después se saltó la reja del antejardín y comenzó a disparar contra los jóvenes, dejando un muerto y un herido con varios impactos de bala”, relató el general Hugo Casos de la Policía Metropolitana, en conversación con RCN Radio.
El futbolista herido es Heissen Izquierdo, también jugador del Cortuluá, quien recibió 3 impactos de bala y fue trasladado al Hospital Universitario del Valle, donde está entubado y en plena recuperación.
“Es una lamentable pérdida para el fútbol profesional colombiano porque se quedan muchos partidos por disputar y muchos goles sin gritar que seguro llegarían por la entrega y el profesionalismo que siempre brindó”, a la vez que pidieron por la “pronta recuperación” de su compañero de equipo, aún en el hospital.
“Él llevaba como un año lesionado”, comentó el presidente del club cafetero, Óscar Martán, agregando que ya estaba por volver y que por ello estaba en conversaciones para potenciar su carrera. “¡Y vea lo que pasó, qué tragedia!”, manifestó el directivo.
“Este hecho lo estamos trabajando con la Policía General de la Nación, ya que es un reto para nosotros saber cuáles son los móviles de este atentado sicarial”, explicaron desde la entidad. “Según las primeras investigaciones,el ataque iba dirigido contra Alejandro y contra Heissen, aunque la primera hipótesis que tenemos es que también estaría involucrada una mujer que debería estar en la fiesta y no se encontraba. Por eso creemos que sería pasional”, analizó. En tanto, las autoridades ofrecieron una recompensa de 10 millones de pesos colombianos -cerca de $3 mil 500- por datos que ayuden a capturar al culpable.
Lamentablemente, este no es ni el primer caso que se da en el país sudamericano, siendo el más recordado Andrés Escobar, asesinado en 1994 en Medellín, tras haber anotado un autogol en la Copa del Mundo de Estados Unidos, 10 días antes. Con él, hay otros 7 profesionales del balompié, siendo el más reciente Edison Chará, en 2011.
Esperemos que Peñaranda sea el último caso.
Source: UPSOCL