ace unos meses, los movimientos #MeToo y Time’s Up en contra del abuso de poder y la violencia sexual hacia las mujeres, sobre todo, estaba en su punto
Después de sus comentarios, controvertidos como sus cintas, dijo que apoya al #MeToo y que ha procurado hablar en contra de la violencia hacia las mujeres en todas las industrias y en todo el mundo. ¿Entonces?, ¿por qué Scott debe estar avergonzado?
Desde que Anthony Rapp acusó a Kevin Spacey en octubre de 2017, se han sumado más acusaciones contra el actor. No sólo lo sacaron de la cinta de Ridley, sino también de su personaje en House of Cards de Netflix, la plataforma rompió su relación él y muchos otros proyectos que tenía planeados. Al parecer, nadie quiere trabajar con él, sólo Bernardo Bertolucci, uno de los directores más famosos e icónicos con cintas como Last Tango in Paris, Novecento y The Dreamers.
Apenas se volvió a hacer mención del Time’s Up con la publicación de un carta escrita por The Women of Color para acusar y señalar al cantante R. Kelly a través del hashtag: #MuteRKelly, el cual busca mantener en la memoria las acusaciones de acoso sexual, violación, abuso conducta inapropiada y privación de la libertad que Kelly enfrenta.
Y ahora, parece que va a tener que saltar nuevamente después de la controvertidas declaraciones del director italiano, Bernardo Bertolucci, sobre Kevin Spacey y el hecho de que quiere trabajar con él. De acuerdo con Deadline, durante el Festival Internacional de Cine de Bari, Bertolucci dijo que Ridley Scott debería estar avergonzado por sacar a Spacey de All the Money in the World.
“Cuando supe que Ridley Scott accedió a eliminar las escenas de All the Money in the World en las que Kevin Spacey aparecía, le envié un mensaje el editor Peter Scalia para que le dijera a Scott que debía estar avergonzado. E inmediatamente quise hacer una película con Spacey”, comentó Bertolucci. ¿Ah, ok?
Cuando comenzó todo el escándalo de Spacey en octubre, ya había terminado de filmar con Ridley Scott. Luego, cuando se supo de la cinta tenía muchas probabilidades de ir por algunas nominaciones a los Oscar, Scott decidió eliminar las escenas con el actor y meter a Christopher Plummer en su lugar. Volver a grabar todo le tomó al británico menos de dos semanas… ¿Los resultados? Una nominación para Plummer, pero un escándalo de desigualdad de género entre Michelle Williams y Mark Wahlberg, coprotagonistas de la cinta.