de nylon, poliéster o polipropileno, plásticos que se funden para dispersar en ellos las nanoparticulas. La mezcla resultante es enfríada y se diluye con otro polímero para después generar el hilo o la tela no tejida, explicó.
Actualmente existe ropa que promete eliminar bacterias y hongos, pero está hecha con telas comunes que son sumergidas en sustancias químicas para conferirles las propiedades antimicrobianas. Sin embargo, por tratarse de un mecanismo superficial, las prendas pierden efectividad al lavarse.
El desarrollo del grupo mencionado destaca por superar ese obstáculo y las nanoparticulas, responsables de eliminar los patógenos, son parte del hilo y la tela.
En el laboratorio, las nanoparticulas probaron tener una efectividad de 90 por ciento para eliminar bacterias Pseudomonas aeruginosa o Staphylococcus aureus, de las más comunes en hospitales.
Ahora validarán su comportamiento en un ambiente real, con apoyo del Hospital Universitario de Saltillo y el Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío, en Guanajuato.
En estas instituciones, personal de laboratorio usará uniforme elaborados con el hilo y tela creados en el CIQA. Posteriormente la ropa será recuperada y un grupo de biólogos de la Universidad de Guanajuato determinará si existen microorganismos vivos y en qué cantidad.
De este modo se determinará la concentración ideal de nanoparticulas que se requiere para hacer garantizar el efecto antimicrobial del hilo y la tela, indicó el especialista y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores.