Gracia no sabía con lo que se iba a encontrar. Se embarcó, junto a otras personas, en un taxi fucsia fluorescente luego de intentar bajar el precio unos minutos. Iba a conocer el lado oscuro de la capital tailandesa y estaba ansiosa. Después de ver el caos entre el mercado del regateo y el turismo sexual en la zona se detuvo a observar una pequeña callejuela oscura. A lo lejos, una pequeña niña esperaba a sus clientes: Ni siquiera un policía cerca del lugar le puso tanta atención como ella.
“No mires ni te quedes ahí, puede ser peligroso”, le dijo alguien que llevaba tiempo en Bangkok.“Acá te pueden matar si intentas algo”, prosiguió.
El rostro de esa pequeña jamás lo olvidó, se arrepiente hasta el día de hoy de no haber arriesgado su vida por la infancia de esa menor. Como ella, millones de niñas y niños son la mercancía de inescrupulosos que lucran con el turismo sexual infantil en el mundo.
Muchos hacen oídos sordos. Pero la prostitución infantil alrededor del globo es un problema latente en la sociedad y es una de las peores formas de violencia contra ellos. Muchas veces termina con pequeños obligados a prostituirse.
Nils Kastberg, director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe planteó esto en un comunicado:
“Cada hora de cada día 228 niños y principalmente niñas son explotados sexualmente en América Latina y el Caribe (…) La información recopilada de distintos países de la región, muestra que entre el 70% y el 80% de las víctimas de abuso sexual son niñas”.
En otros estudios, Humanium, una ONG internacional que busca acabar con la violación de los derechos infantiles en el mundo, estima que al menos tres millones de menores han ingresado en redes de prostitución.
ECPAT International, la mayor red dedicada a combatir la explotación sexual infantil, declaró en un estudio presentado en 2016 que el turismo sexual infantil ha crecido a pasos agigantados en los últimos años.
Asimismo, la investigación señala que los conflictos armados en Latinoamérica, además del poder de las pandillas callejeras han hecho que estos delitos queden impunes. En el informe, el Sudeste Asiático sigue siendo una de las regiones con mayor concentración de prostitución infantil.
Tailandia, Filipinas, Taiwán, Camboya, Indonesia, Vietnam, Birmania y Timor Oriental, son los países donde se concentra mayormente la prostitución infantil. Los niños de Europa oriental son cada vez más propensos a la explotación sexual y en Latinoamérica, Brasil, México, Colombia, Venezuela, Perú y Argentina también son vulnerables a esta situación.
¿Y qué está haciendo el mundo en contra de esto?
En Suecia se llevó a cabo en 1996 el primer Congreso Mundial sobre la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes. Desde allí, diferentes entidades gubernamentales y organizaciones internacionales han presentado diferentes estatutos para combatir la prostitución de niñas y niños en el mundo.
No debemos olvidar que cada niño violado, abusado y explotado sexualmente son solo víctimas de violencia infantil que merecen la atención y protección del Estado como niños que son.
El director de la UNICEF hace un llamado a las diferentes entidades que gobiernan, que no dejen de visibilizar este grave problema que funciona frente a nuestros ojos y que los niños están sufriendo: “Pedimos a los líderes religiosos, políticos y sociales reunidos en Río de Janeiro, romper el silencio frente al abuso, asumiendo su rol y posicionado su voz para hacer realidad el derecho de niños, niñas y adolescentes a vivir protegidos”, finalizó.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Observar y escuchar a nuestros niños. Especialistas aseguran que la prostitución infantil proviene de un abuso sistemático al que esos niños vivieron en su entorno.
Si te percatas de un grave caso de abuso sexual de un niño, también puedes denunciarlo en diferentes organizaciones mundiales. ECPAT por ejemplo, tiene 103 miembros en 93 países que velan por la seguridad de los infantes.
Source: UPSOCL