Para los que no saben jugar póker, blackjack o solitario, lo más cercano a un juego de cartas que estuvieron fue el popular “Uno”. Simple, sencillo y divertido, estas cartas de colores podían escalar en adrenalina con los “+4” o “+2”. Más aún cuando alguien se acercaba a ganar.
Tantos años como un clásico, los creadores decidieron evolucionar el juego y crear, literalmente, una secuela. Se llama “Dos”.
Básicamente, es el mismo sistema que su predecesor, solo que en “Dos” los jugadores tendrán dos pilas en donde lanzar cartas en lugar de solo una.
También pueden botar dos cartas, siempre cuando sean del mismo color o número que estén actualmente, además de los comodines.
Si coincide con el color de una de las cartas en la fila central, puedes colocar una carta boca arriba en la fila central al final de su turno. Si combinas los colores de ambas cartas de la fila central, puedes poner una carta al final de tu turno y los otros jugadores tienen que tomar una carta extra.
A esto se le suma que todas las cartas especiales tendrán un doble valor y afectarán a los dos mazos.
La máxima diferencia es que ahora habrá que gritar cuando el jugador se quede con las dos últimas cartas en su mano, ¡Dos!, y los demás tengan que recoger un par de cartas, hasta que alguien se quede sin ninguna y gane.
Source: UPSOCL