Tan pronto pisaron suelo mexicano, el colombiano Andrés Ibargüen y el francés Jérémy Ménez se dieron cuenta de la ilusión que genera su llegada al América: decenas de aficionados armaron la fiesta con cantos, bombos y mantas para darles la bienvenida en el aeropuerto capitalino. La locura total ocurrió a las 18:30 con el arribo de Ménez, en medio de tumultos, gritos, empujones y uno que otro fan caído en busca de estar cerca del galo. Custodiado por elementos de seguridad que lidiaban a codazos con la afición, Jéremy repartió autógrafos, se tomó fotos y dio un mensaje: “Hola, Águilas, estoy aquí. Vamos América”. Entonces fue trasladado de inmediato a su hotel. Antes, muy temprano, aterrizó Ibargüen, ex jugador del Racing, quien batalló para abrirse paso en medio del festivo caos generado por las barras Monumental y Disturbio. Se tomó selfies con los seguidores emplumados, a los que no les importó acudir a recibirlo como ídolo pese a ser las siete horas de una fría mañana. “Estoy contento de venir al club más grande de México. Ojalá podamos tener alegrías para esta gran afición”, afirmó. “Espero hacer grandes goles y estar a la altura porque a este equipo sólo le sirve ser campeón”, abundó. El atacante se dirigió después al nido de Coapa, donde el plantel le dio pamba en la “fila india”.  leer más
Source: El Gráfico

Tan pronto pisaron suelo mexicano, el colombiano Andrés Ibargüen y el francés Jérémy Ménez se dieron cuenta de la ilusión que genera su llegada al América: decenas de aficionados armaron la fiesta con cantos, bombos y mantas para darles la bienvenida en el aeropuerto capitalino. La locura total ocurrió a las 18:30 con el arribo de Ménez, en medio de tumultos, gritos, empujones y uno que otro fan caído en busca de estar cerca del galo. Custodiado por elementos de seguridad que lidiaban a codazos con la afición, Jéremy repartió autógrafos, se tomó fotos y dio un mensaje: “Hola, Águilas, estoy aquí. Vamos América”. Entonces fue trasladado de inmediato a su hotel. Antes, muy temprano, aterrizó Ibargüen, ex jugador del Racing, quien batalló para abrirse paso en medio del festivo caos generado por las barras Monumental y Disturbio. Se tomó selfies con los seguidores emplumados, a los que no les importó acudir a recibirlo como ídolo pese a ser las siete horas de una fría mañana. “Estoy contento de venir al club más grande de México. Ojalá podamos tener alegrías para esta gran afición”, afirmó. “Espero hacer grandes goles y estar a la altura porque a este equipo sólo le sirve ser campeón”, abundó. El atacante se dirigió después al nido de Coapa, donde el plantel le dio pamba en la “fila india”.  leer más
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