Harriet Williams es una chica de 25 años que fue diagnosticada con una grave enfermedad crónica intestinal desde que tiene 14, que la obligaba a ir al baño mas de 25 veces al día. Específicamente padece de colitis ulcerosa, una afección crónica que causa inflamación del intestino grueso. Por lo que hace algunos años tuvo que colocarse una bolsa de estómago, que está en su vientre y que todo aquel que la mire, puede verla.
Después de ocho años de dolor y malestar agonizantes, a Harriet le colocaron una bolsa de ileostomía que podría revertir, pero en cambio ha decidido conservar. A pesar de que en un principio no se sentía cómoda, hoy ha decidido ser una inspiración para todos los que no se sienten felices de mostrar su cuerpo en público, por miedo. Sobre todo aquellos que viven en la misma condición que ella.
Para lograr su misión, compartió unas fotografías de ella, en traje de baño y en ropa de interior, mostrando sin vergüenza ni miedo alguno su bolsa de estomago. Nos mostró que lo relevante no es como lucimos. Lo que la chica quería era crear conciencia y mostrar su apoyo a otras personas que padecen esta difícil condición.
“Los síntomas los comencé a sentir durante unos seis meses antes de que me diagnosticaran. Tuve diarrea y calambres en el estómago y había perdido aproximadamente dos kilos” , cuenta Harriet. La chica confesó además que ahora es muchísimo mas feliz ahora con la bolsa que vivir esclava del baño, sangrar además de vomitar con frecuencia. Ahora puede manejar su condición. “Ha sido un viaje. Durante el primer año me despertaba y pensaba ‘¿qué tengo?’ es doloroso, tienes que recuperarte de la cirugía. Fue una gran operación y tomó aproximadamente dos meses”
Pasó un mes en el hospital y recibió esteroides para tratar lo que afectó su sistema inmunológico, engordó en exceso. Entonces le dieron la opción de la bolsa. “Fue un pensamiento aterrador, lo hicieron sonar como si fuera una experiencia negativa, pero en realidad cuando vives con la bolsa no es algo malo”, confesó la joven.
“La percepción de la gente es que es algo que los ancianos tienen, huele mal o que no puedes usar la ropa que quieres usar”, agregó.
Ahora Harriet disfruta de su vida tranquila, sin preocuparse por la bolsa. Lleva su quehacer diario con normalidad, va a la piscina, hace deporte con ropa pequeña, usa los atuendos que desea -incluso si es un vestido muy ajustado- y nada le preocupa. “Ahora no noto nada la bolsa, ha mejorado mi vida masivamente y nadie me mira y piensa” ella tiene una bolsa “. La forma en que vivo es completamente normal “, explica Harriet.
Hace un mes, Harriet comenzó a compartir fotos en redes sociales después de escuchar comentarios negativos sobre personas con bolsas de ileostomía con bikinis. Decidió ser una inspiración y que todos, además de aceptarnos a nosotros mismos, tambien lo hiciéramos con los demás. ¡Un ejemplo para todos!
Source: UPSOCL