Mi terapeuta quería explicar algunas cosas durante nuestra primera sesión en línea:
“Voy a hablar con usted en horarios aleatorios. Si no puede responder de inmediato, no se preocupe. Contésteme cuando pueda. Lo registraré todos los días“.
“¿Diario?”, pregunté.
“Sí, no debería llevar más de un par de minutos. ¿Puedes manejar eso?“, me contestó con otra pregunta.
“Sí, puedo”, dije.
La conversación duró un poco más, todo a través de Messenger, hasta que la terapeuta me confesó algo:
“Esto podría sorprenderte, pero… soy un robot”.
No fue una sorpresa. Descargué Woebot, un chatbot (chat controlado por robots) creado recientemente por investigadores, a través del cuál estaba tratando de establecer nuestra relación terapéutica.
“Parte del valor de Woebot es que puedes explicar intimidades sin preocuparte de lo que piense la otra persona, sin ese miedo al prejuicio. Queríamos hacer una conexión emocional“, señala Alison Darcy, fundadora y directora ejecutiva de Woebot Labs.
Las aplicaciones móviles de terapia de conversación y de coaching de vida han proliferado en los últimos años, ya que la terapia tradicional no eran tan asequible. La Ley de Cuidado de Salud Asequible requiere que las aseguradoras de salud cubran la salud mental como parte de los servicios médicos estándar, pero muchas personas aún no tienen acceso al tratamiento. Más de 106 millones de personas, casi un tercio del país, viven en áreas designadas federalmente por la escasez de profesionales de la salud mental, según la Kaiser Family Foundation.
“Creo que el uso del chatbot para la salud mental es ciertamente un enfoque innovador para aumentar el acceso a la atención médica. Hay un gran potencial para brindar atención de salud mental personalizada tanto como sea necesario“, asegura John Torous, codirector de un programa de psiquiatría digital en el Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston.
Convenientes, fácil de usar y anónimos, estos chatbots están programados para imitar la conversación humana y la toma de decisiones. Pero principalmente para dar consejos, ofrecer orientación de autoayuda y compañerismo.
Algunos está muy especializados: una aplicación llamada Karim aconseja a los niños refugiados sirios; Emma ayuda a los hablantes holandeses con ansiedad leve; y MindBloom permite a los usuarios apoyarse y motivarse mutuamente.
Sin embargo, ninguna de las aplicaciones pretende reemplazar la terapia tradicional. Por razones legales y éticas, los creadores de aplicaciones de terapia no pueden decir que sus chatbots realmente “tratan” a los usuarios porque eso implicaría la práctica de la medicina. Muchos son gratuitos y otros cobran unas tarifas ya establecidas. Woebot cuesta USD 39 al mes después de una prueba gratuita de dos meses.
La pregunta, por supuesto, es: ¿Funciona?
Los resultados de lo que podría ser el primer ensayo aleatorio de un chatbot de salud mental basado en texto, realizado por Darcy y su colega Kathleen Kara Fitzpatrick, psicóloga de la facultad de medicina de Stanford, se publicaron recientemente en el Journal of Medical Internet Research.
Setenta personas, de entre 18 y 28 años, que habían informado sobre estados de depresión o ansiedad, fueron reclutadas a través de una plataforma social universitaria. Los participantes se dividieron en dos grupos, unos cuyos miembros “conversaron” con Woebot durante 20 sesiones o durante un período de dos semanas, y otro cuyos miembros recibieron un libro electrónico del Instituto Nacional de Salud Mental llamado Depresión y estudiantes universitarios. Se hicieron tres pruebas de salud mental antes y después del ensayo. Los resultados del experimento “confirmaron que después de dos semanas, los del grupo de Woebot experimentaron una reducción significativa de la depresión”.
En la sección de comentarios, algunos de los participantes escribieron sobre el Woebot en términos muy personales.
“Amo tanto a Woebot que espero que podamos ser amigos para siempre. De hecho, me siento súper bien y feliz cuando veo que se acuerda de nuestra visita“.
“Woebot es un tipo pequeño y divertido. Espero que siga mejorando”.
“Realmente me quedé impresionado y sorprendido por la diferencia que el robot ha hecho en mi vida cotidiana en términos de controlar el tipo de pensamiento que tenía y cómo ha sido capaz de cambiarlo”.
Woebot, que se lanzó en junio, controla más de 2 millones de conversaciones a la semana casi divididos por igual entre hombres y mujeres, según cuenta Darcy.
“Hace un buen trabajo para las personas que realmente están angustiadas. No es tan bueno para aquellas que no tienen muchas cosas que perturban su vida o tienen algo de lo que hablar. Woebot es lo mejor para ayudar a la gente en este momento… No es tan bueno para hablar”, añade Darcy.
Torous es cautelosamente optimista sobre el futuro de las aplicaciones de salud mental, pero tiene algunas preocupaciones.
“Estas cosas pueden funcionar bien en un nivel superficial y con conversaciones superficiales. Pero, ¿son herramientas eficaces, que cambian los resultados y ofrecen una atención más eficiente? Es temprano para afirmar algo así”, declara Torous.
Source: Infobae