La tercera edición de los premios de fotografía Comedy Wildlife Photo Awards revela la cara más desenfadada, humana e imperfecta de los animales.
Desde siempre, el reino animal siempre se ha mostrado majestuoso y lleno de elegancia. Solo hay que pensar en la figura de los imponentes leones, la espectacularidad de los elefantes o la sutil desenvoltura de un delfín en el mar. Mediante los documentales y la ficción cinematográfica, se ha promovido e inculcado esta incuestionable solemnidad. Sin embargo, esa idealización tan seria de la naturaleza dista mucho de lo que promueven los Comedy Wildlife Photo Awards.
Estos premios de fotografía, fundados por los profesionales Paul Joynson-Hicks y Tom Sullam hace ya tres años, dan un giro de 180º a la fotografía convencional y revelan la cara más desenfadada, humana e imperfecta de los animales.
Bajo la organización de la fundación The Born Free, el concurso pretende conseguir, a través de una mirada más lúdica y entretenida, la conservación de todas las especies en el planeta. De esta forma, la risa se convierte en el arma más poderosa de concienciación medioambiental.
Tras el éxito en las pasadas ediciones en 2015 y 2016, este año se han registrado aproximadamente 3.500 participaciones procedentes de 86 países diferentes. Osos karatecas, cangrejos desconcertados, jirafas que atrapan avionetas e incluso monos motoristas. Nada pasa desapercibido para los concursantes de esta edición.
Los jueces encargados de la decisión definitiva son los propios fundadores del concurso, con más de 20 años de experiencia en el campo de la fotografía africana; Will Burrard-Lucas, fotógrafo profesional de naturaleza, Will Travers, experto en vida silvestre, el periodista Oliver Smith, el comediante Hugh Dennis y la famosa presentadora de televisión Kate Humble. El premio en juego es un trofeo artesanal hecho por personas con discapacidad en un taller de Dar es Salaam (Tanzania),además de una semana de safari para dos personas en Kenya.
Los Comedy Wildlife Photo Awards vuelven, así, cargados de imágenes salvajes e increíbles. Te presentamos una pequeña selección de algunos de los mejores momentos que han enmarcado este divertido concurso.
Esta nutria de mar está como pez en el agua y es que este mamífero es la única especie de las 13 existentes que no pasa tiempo en la tierra. Sus costumbres son similares a las del humano, muy activos durante el día y descansan por la noche. Eso sí, después de buscar comida, siempre aprovechan las tardes para jugar.
Crédito: Elkhorn Slough, California / Penny Palmer
Elefantes marinos
La Mirounga leonina o elefante marino es la especie de foca más grande del mundo. Una de las curiosidades de estos animales es que producen unos sonidos profundos y muy fuertes, similares a rugidos para avisar de un peligro o para impresionar a las hembras. ¿Qué estaría intentando advertir este grupo?
Crédito: Isla del Sur de Georgia / Roie Galitz
Pingüinos
A pesar de que su nombre significa “pájaro gordo”, los pingüinos son conocidos por su elegante apariencia. La fotografía muestra así como consiguen mantener una postura erguida, casi militar, gracias a su cola.
Crédito: Miguel Illana
Este pez napoleón se ha cruzado en el camino de una de las tortugas más grandes que existen, la tortuga verde. Sus potentes aletas se asemejan a unas palas y gracias a ellas pueden nadar con gran potencia o en el caso de la foto, apartar a quien perturbe su trayecto.
Crédito: Troy Maine
Canguro rojo
Sin duda, el canguro rojo o Macropus rufus es uno de los iconos indiscutibles de Australia. Sus desplazamientos alcanzan los 50km y al igual que el pingüino, debe su equilibrio y postura erguida a su cola. En esta imagen, un canguro descansa y observa a su alrededor asemejando una postura de artes marciales. o en el caso de la foto, apartar a quien perturbe su trayecto.
Crédito: Fowlers Gap, Australia / Andrey Giljov
El terror al que estamos acostumbrados a tener cuando pensamos en la boca de un tiburón desaparece en esta simpática imagen. Y es que el tiburón limón no supone una gran amenaza para los humanos. De hecho, se trata de un animal sociable y utilizan su experiencia de convivencia en grupo para la comunicación o el noviazgo.
Crédito: Bimini, las Bahamas / Eugene Kitsios
A su hora de descanso, los leones realizan actos sociales con conductas y expresiones muy desarrolladas. Sus gesticulaciones faciales y posturas son muy variadas. Los sonidos también se amplían y podemos apreciar ronquidos, siseos, toses e incluso bostezos tan curiosos como este.
Crédito: Tanzania / Gill Merritt
Las lechuzas se han relacionado con supersticiones positivas, pero también espeluznantes. Dependiendo de la cultura, este animal auguraba la muerte o por el contrario, el amor y la fortuna. Sin embargo, parece que una de estas lechuzas ya se ha cansado de de los chismorreos de sus compañeras.
Crédito: Barb D’Arpino
Saltarín de fango
A pesar de su condición, los llamados saltarines del fango son unos peces que se mueven mejor fuera del agua. Esta extraña especie posee unas aletas que permite saltar, caminar, nadar e incluso trepar. Sus grandes bocas esconden en su interior dientes muy afilados. Nada es lo que parece.
Crédito: Krabi, Tailandia/ Daniel Trim
Macaco japonés
El macaco japonés es un primate que afronta temperaturas negativas que congelarían a cualquiera. Sus buenas costumbres, como los baños termales a más de 35 grados, permiten a los macacos protegerse del frío y relajarse. Será por cosas como esta por las que se les considera de las especies más inteligentes.
Crédito: Jigokundani Monkey Park, Japón / Linda Oliver
Elefante marino
Otra peculiaridad de los elefantes marinos es su gran cabeza y lo que se asemeja a una trompa de un elefante terrestre, por la que esta especie recibe su nombre. Su expresividad puede parecer muy cómica y amigable, pero en verdad, son unos animales peligrosos y agresivos. Pueden luchar entre sí con sus trompas y con sus dientes hasta que el contrincante se someta.
Crédito: San Simeon, California / George Cathcart
Una de las habilidades más destacadas del oso pardo es su capacidad de levantarse sobre sus patas traseras. Para los oseznos puede ser una destreza muy útil para su desarrollo motor y social, y más teniendo en cuenta que es un perfecto complemento para jugar en familia.
Crédito: Eurasia / Bence Mate
Gorila
Nuestra familia más cercana y con la que compartimos hasta el 98% del ADN. Algunos científicos afirman que los gorilas pueden demostrar su sentido del humor, pena y otras emociones cercanas a las de las personas. Algunos ejemplares en cautividad, incluso, han sido capaces de aprender el lenguaje de signos.
Crédito: Parque Nacional de Virunga, Ruanda/ Josef Friedhuber
El ñu azul es uno de los pocos antílopes africanos que ha ampliado su población en los últimos 50 años. Esta especie siempre viaja en grandes grupos a los que se suelen acoplar cebras y gacelas. Por lo que es normal que alguna vez algún componente se pierda entre la multitud.
Crédito: Jean-Jaques Alcalay
Pocas cosas hay que se desconozcan sobre la jirafa. Gracias a sus patas y cuello son capaces de superar los 5 metros de altura. Además, poseen una lengua que mide alrededor de medio metro y la utilizan para su higiene y para agarrar cosas. Gracias al efecto óptico de la imagen, podemos imaginar que llegan hasta las nubes.
Crédito: Masai Mara, Kenia / Graeme Guy
Se le conoce como cangrejo fantasma debido a su habilidad de desaparecer de la vista en un santiamén. Se escabullen a velocidades superiores a 20 km/h, mientras hacen veloces cambios direccionales. A pesar de su visión de 360º, esta especie no puede ver directamente hacia adelante. Aunque este valiente cangrejo está haciendo todo un esfuerzo por lograrlo.
Crédito: Playa Frazergunj, India/ Arkaprava Ghosh
Silbón europeo
El Silbón europeo o Anas penelope es un pato de tamaño medio que habita por diferentes zonas de Europa y parte de Asia. En esta especie, los machos presentan un plumaje nupcial y emiten un silbido muy característico, motivo por el que reciben este nombre.
En la imagen, este pequeño silbón ha sido fotografiado en pleno vuelo mientras un avión pasaba justo enfrente de él.
Crédito: Preston, Inglaterra / John Threlfall
Búhos
El búho es otra de las nocturnas más simbólicas de la historia. En diferentes culturas, este animal se ha asociado casi siempre a la sabiduría, a la muerte o a un ser maligno. En la actualidad, existen más de 20 tipos de búhos. A pesar de su apariencia inocente y calmada, son unos peligrosos y sigilosos cazadores.
En esta fotografía se ha sorprendido a un pequeño grupo de búhos mientras dos de ellos se acurrucan mutuamente.
Crédito: Melissa Usrey
La hiena es uno de los animales más sonrientes. Sin embargo, su risa no es un gesto de alegría, sino más bien de frustración. Estos mamíferos carroñeros se comunican especialmente por sonidos. Sus histéricas carcajadas se utilizan cuando son atacadas o marginadas por un individuo dominante de su manada a la hora de alimentarse e incluso al aparearse.
Crédito: Tembe Elephant Park, Sudáfrica / Tina Stehr
Lirón
El lirón hiberna profundamente una entre 7 y 8 meses al año. Tanto sus patas delanteras como traseras se componen de 5 dedos. Además, estos roedores tienen la piel de la cola tan tupida que, si algún depredador la agarra, la piel puede caerse para escapar vivos.
Crédito: Monticelli Brusati, Italia / Andrea Zampatti
Source: El Ciudadano