El Gobierno de Costa Rica calificó a la tormenta tropical Nate como el peor desastre natural que ha impactado al país en décadas debido a los severos daños que causó en agricultura, infraestructura y viviendas en tres cuartas partes del país.
“Nate es de los desastres naturales más grandes que ha vivido el país en las últimas décadas, sus efectos son más grandes que los del huracán Otto”, que impactó directamente a Costa Rica en noviembre de 2016, dijo en una conferencia de prensa la vicepresidenta Ana Helena Chacón, encargada de la coordinación política de la emergencia.
La vicepresidenta brindó un informe preliminar de daños que dan cuenta de 20.000 hectáreas de caña de azúcar, 20.000 de café, 3.000 de arroz, 2.000 de fríjoles, así como 42 puentes y 499 tramos de carretera dañados.
Nate se formó la semana pasada en el Caribe de Costa Rica y aunque su ojo no ingresó al país, sí causó, como tormenta tropical, grandes cantidades de lluvia en todo el país entre el miércoles y el viernes pasado que inundaron las provincias de Guanacaste (noroeste) y Puntarenas (sur), ambas en el litoral Pacífico.
La tormenta, que al final de la semana pasada se convirtió en huracán cerca de Estados Unidos, también provocó numerosos derrumbes y deslizamientos en todo Costa Rica, fenómeno que causó miles de damnificados, la muerte de al menos 11 personas en Costa Rica y obligó a que 11.517 personas fueran trasladadas a 178 albergues, de las cuales unas 7.600 aún permanecen albergadas.
Nate, que provocó en cuestión de horas las lluvias de todo un mes, dañó 37 sistemas de agua y 198 pequeños acueductos locales, que aunque se están reparando, aún mantienen a unas 350.000 personas sin acceso al agua potable. A nivel nacional se han arreglado el 80 % de las averías eléctricas reportadas y 5.000 personas no tienen servicio.
El presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, dijo en la conferencia de prensa que dentro de las siguientes dos semanas espera tener cuantificados los daños totales, pues hasta el momento solo se tiene “una pincelada”, ya que todavía hay zonas inundadas y comunidades aisladas que impiden hacer una valoración precisa.
“La emergencia no ha terminado. Se mantienen operaciones de salvamento y rescate de poblaciones aisladas. No hay conectividad en algunas poblaciones que no tienen servicio eléctrico y agua. Los avances han sido muchos, pero queda mucho trabajo por realizar en esta primera fase que es la de atención de la emergencia”, declaró Solís.
El mandatario explicó que Costa Rica solicitará cooperación internacional en los próximos días, así como apoyo financiero a entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Por el momento, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ha aprobado la ejecución de 622 millones de colones (1,1 millones de dólares) para 113 obras de primer impacto como limpieza de vías, obras en las márgenes de los ríos, rehabilitación de caminos, puentes y remoción de derrumbes y deslizamientos.
La Cruz Roja, los Bomberos, la Policía, con el apoyo de empresas privadas y gobiernos amigos como el de Panamá, que ha facilitado helicópteros, hoy continúan las labores humanitarias para llevar comida y rescatar personas en comunidades que siguen aisladas o inundadas.
Source: El Ciudadano