La Policía de la ciudad estadounidense Arlington, en el estado de Texas, se encuentra investigando un caso que tuvo lugar el lunes pasado en el que uno de sus oficiales disparó con una pistola eléctrica a un suicida que se había rociado el cuerpo con gasolina, lo que causó que este saliera ardiendo, informan medios locales.

Y es que el sujeto, que se encontraba en su casa en la avenida Carla junto a otras personas, estaba completamente mojado de gasolina y planeaba quemarse vivo. De acuerdo con las autoridades policiales, cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, observaron que el hombre tenía un encendedor en una de sus manos y, después de agitar de manera frenética sus brazos y amenazar con quemarse a lo bonzo, uno de los oficiales disparó con su pistola eléctrica contra él.

Tras el disparo del policía el sujeto salió ardiendo envuelto en grandes llamas. Según las autoridades, los oficiales intentaron de inmediato apagarlas. Aún se investiga si el fuego fue el resultado de una chipa de la pistola eléctrica o si el hombre alcanzó a accionar el encendedor.

“Entendemos que la pistola eléctrica puede provocar otras cosas, pero también sabemos que tenía algo en la mano”, declaró un portavoz de la policía local.

El hombre fue trasladado a un centro médico con fuertes quemaduras. Tres policías también fueron hospitalizados por inhalación de humo.